El perfecto invitado

¿A quién no le gusta asistir a fiestas y eventos? A todos, por supuesto, pero ¿sabemos como ser los perfectos invitados? Hay pautas a seguir para conseguir serlo o simplemente mejorar nuestra condición de invitados.

Lo primero que debemos hacer cuando recibimos una invitación a un evento es agradecerla y confirmar la asistencia lo más pronto posible. Pensad que los organizadores necesitan la información para ultimar los detalles del menú, asientos, etc., en un tiempo concreto. Normalmente la confirmación se suele hacer por teléfono o por e-mail. Si el evento se ha organizado a través de una red social, es posible confirmar la asistencia a través del propio evento. Muy importante, anotar la cita para no olvidarnos. 

Para evitar retrasos y cabreos innecesarios, lo ideal es que si no conocemos el sitio, investiguemos un poco para ir preparados ante las dificultades de aparcamiento que podemos encontrar, siempre y cuando en la invitación no especifique que habrá aparcamiento privado. Está de más decir que debemos ser puntuales, pero si por alguna razón de peso nos retrasamos, siempre, siempre hay que avisar del retraso.

¿Cómo vestirnos? Tanto si es una cena formal como informal esta parte es importantísima, ya que debemos ir vestidos para la ocasión. En alguna ocasión me ha ocurrido que he tenido el evento después de trabajar sin tiempo para ir a casa a cambiarme, por lo que he optado por llevar algo básico con zapatos cómodos y luego he cambiado estos por otros de tacón y un bolso algo más sofisticado. Yo no soy de llevar collares ni complementos, pero si los usáis habitualmente, cambiar estos por algo más adecuado para la noche. Esencial llevar un neceser con lo imprescindible para retocarse el maquillaje y/o asearse antes de acudir, un peine o cepillo, pasta de dientes, algún coletero y horquillas, unas medias de repuesto y un perfumador.

Si nos invitan, que menos que llevar algún regalo, aquí van algunas claves útiles para acertar con el regalo perfecto. Este debe adecuarse a la persona o personas que nos han invitado por lo que si la invitación es a una casa particular y hay niños pequeños, es un detalle llevarles algo a ellos. 

- Las flores son una buena opción, pero habrá que tener en cuenta el color y el significado de las mismas, parece ser que siempre hay que regalarlas en número impar y no me preguntéis porqué, ya que desconozco la razón. 

- Otra buena opción es regalar unos dulces, estos siempre son bienvenidos, salvo que el anfitrión no los pudiera tomar.

- Aunque sea muy común, NUNCA regaléis vino, a no ser que hayáis acordado en llevar vosotros la bebida. Si no es así, obligaríamos  a servirlo y puede que no sea el maridaje perfecto con el menú que hayan preparado, lo mismo sucede con los postres.

Como el tema de los regalos es diverso, lo mejor es adaptarse a los gustos de los anfitriones, acompañar el regalo con una tarjeta personalizada y sobre todo cuidar también, el envoltorio, de esta manera demostramos delicadeza e interés. ;-)

Y ahora toca llegar al sitio. Si hemos quedado en un restaurante, al ser los invitados, debemos esperar en la barra, tomando algo o no, a que llegue el anfitrión, que es el que ha reservado la mesa y organizado la comida o cena. Si no nos conocemos, nos presentaremos cuando llegue el anfitrión y el resto de invitados y si nos toca hacer las presentaciones, siempre presentaremos al de menos rango al más importante, el más joven al más mayor, etc.

Desde que dependemos del uso del móvil para todo, es complicado asistir a algún evento y no mirar en algún momento qué pasa por ahí, pero lo mejor, ya sea una comida formal como informal es que el móvil esté apagado y no lo usemos 

Por supuesto a la hora de sentarnos en la mesa, el sitio preferente es para el anfitrión. Empezaremos a comer cuando todos estén servidos y el anfitrión ponga su servilleta sobre sus rodillas y empiece a comer. Cuando asistamos a una comida o cena formal, no debemos ofrecer a los demás que prueben nuestro plato, ya que obligamos a los demás a hacer lo mismo. Tampoco debemos decir buen provecho.

Nunca debemos rechazar un plato a no ser que sea por alguna alergia o porque estamos tomando algún medicamento y sea incompatible, si no nos gusta, pediremos que nos pongan poquito. Tampoco pediremos repetir del plato, únicamente si el anfitrión nos ofrece más, aceptaremos, pero eso sí, hay que acabarse todo lo que nos sirva.

Hoy en día, que no se puede fumar en los restaurantes, mejor evitamos el salir a fumar entre plato y plato. Tampoco fumaremos en la casa particular a no ser que todos fumen, si hay alguien que no fuma, el anfitrión, habrá declarado alguna zona de la casa como la zona de fumadores para no molestar.

Durante la comida o cena, lo mejor es no sacar temas de conversación sobre enfermedades, muertes, política, religión... en definitiva, cualquier tema que pueda causar controversia, a no ser que el propio anfitrión inicie el tema.

Si tenéis que proponer un brindis, hacedlo al final de la comida y por supuesto, nunca con la copa vacía y a ser posible con algún vino espumoso y tampoco choquéis las copas.

Y llegada la hora de la sobremesa, tanto si es de comida o cena de trabajo, este es el momento para entablar una conversación de negocios. Ay, ay, ay lo recomendable es que la sobremesa no sobrepase los 15 o 20 minutos y en España estamos acostumbrados a hacer una sobremesa larga, pero hay que pensar que tan importante es llegar a tiempo como marcharse en el momento adecuado. Una vez que anunciamos que nos marchamos, nos ponemos de pie y nos vamos y, no prolongamos nuestra marcha, diciendo que nos retiramos varias veces antes de irnos de verdad. 

Por supuesto, antes de marcharnos, hay que agradecer la velada a los anfitriones e incluso llamar al día siguiente para recordárles lo bien que lo hemos pasado.

Todas las normas hay que cumplirlas, pero es importante hacerlo con naturalidad, no debemos sentirnos forzados ni obligados, mimetizarnos con el entorno es la mejor manera de no ser incorrectos y sobre todo usar el sentido común para saber cuando y cuales son de uso obligado y cuando y cuales pueden relajarse en pos de un entorno más amigable.

Sugar Free Col. ©