San Valentín bien vale una celebración

San Valentín, bien vale una celebración. ¡¡Pues claro que sí!! Aunque los que me conocéis sabéis que incluso un año llegué a formar un ejercito para agriarles la fiesta a los tortolitos que osaban celebrar este día... "Solterines vs. Tortolitos", así bautizamos el enfrentamiento!!

No sé si es que me estoy haciendo mayor y todo se ve desde otro punto de vista, el caso es que rompo una lanza a favor de la celebración, ya no comulgo con el cuento de que este día lo puso de moda El Corte Inglés y que el amor hay que celebrarlo todos los días. Claro que hay que celebrarlo día a día... que cada hay  que  demostrar  lo que sentimos, pero seamos sinceros, en el día a día, caemos en la rutina y en las prisas y dejamos de lado las demostraciones, por eso, vamos a aprovechar este día para hacer algo distinto, vamos a tomarnos este día libre de niños y rutinas y con muy poquito dinero, organizar una cena romántica y celebrar el amor junto a esa persona tan especial y dejar que revoloteen las mariposas por el estómago.

Una cena romántica y de menú su comida favorita. Una mesa decorada de blanco... el mantel, las servilletas y los platos, y para dar dar color, un par de rosas frescas o disecadas por la mesa. Las servilletas atadas con una cinta roja y dentro esconder una nota romántica, o una foto juntos, o una cartulina que diga "VALE por un masaje"... En la silla, podéis dejar la foto de un momento único, que al verlo os recuerde ese día, ese viaje o fecha tan especial para vosotros. Vuestra canción sonando de fondo... Si lo/la esperas a mesa puesta, con velas pequeñas achatadas, podemos marcar el camino... luces apagadas y la cena con la luz de las velas... En la base de las copas, escribe una palabra, un TE QUIERO... Y a reconquistarse, parejitas!!

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